Voy a combinar mi tiempo y mis pensamientos con el color púrpura de este amanecer del nuevo día, para regresar sana a la cita del té. Como os dije un día, llego con un poco de retraso pero estoy aquí.

Me encanta madrugar y no perderme los amaneceres que para mí suponen renovar las energías. Respirar hondo, sentir y dialogar con la vida, el mar y percibir ya que cuando uno siente recibe respuestas, solo hay que estar atento.

En esos momentos difíciles buscaba a Dios por los pasillos, pero no lo encontraba. Sin embargo, Él sí me encontraba a mí. Entonces comprendí que me sentía envuelta por el cariño de mi familia y las oraciones recibidas de un sinfín de amigos de todos los rincones del mundo. Toda esta envoltura de vida y salud me ha hecho comprobar una vez más el valor de la amistad. Si en ella reside el mayor acierto del vivir Gracias... corazones, todos sois un trocito de cielo en mi vida.

Combatir las enfermedades son las guerras por la que merece la pena luchar.

Antes tenía problemas de salud, ahora compensaciones. Una vez más, plena de alegría, hemos podido celebrar mi tradicional fiesta de Navidad.

Os deseo a todos que siempre tengáis un bonito amanecer... No temáis a la vida, sino a la vida no vivida.

Las Palmas de Gran Canaria , a 19 de Enero de 2008